esto va de que volvía yo a sentarme en la mesa después de unos días de tirando a poca productividad por aquello de la semanasanta y las visitas que vienen ya buscando el buen tiempo de la france y los paseos por el río y blablabla, y voy y me siento con pocas ganas de retomar las cenizas y los cowboys barbudos y demás y derepente veo se me ocurre una cosa nueva, quizás una tontería, pero si no hubiese sido porque con mi compañero de taller nos conocemos hace poco y creo que me hubiese mirado raro, me hubiese puesto a dar saltos ante mi nueva y fantástica idea
y ahora en serio y fuera coñas, una de las cosas que mas me gusta de hacer cómics es ver como estos van tomando forma poco a poco
quiero decir, no soy un guionista muy avispado, escribo lo que puedo y como puedo, pero me encanta ver cómo va creciendo el conjunto, como, a veces, cosas que has puesto simplemente por poner, o por azar, o por apañar un diálogo ingenioso, acaban desembocando en algo esencial para la historia
y eso es lo que creo acaba de pasar hace unos minutos
y vamos, que puede que mañana me parezca una chorrada inmensa, pero de momento, me parece estupendo!
2 comments:
aaaah, la magia del cómic!
a veces esos periodos de "poca productividad" oxigenan y permiten que pasen estas cosas tan guays como la que cuentas.
Otras veces no valen las excusas y hay que currar, sigh...
¡ un abrazo!
sis sis
se acabo la oxigenacion y vuelve lo de atarse a la mesa!!!
abrazo!
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